Pasamos el 90% del tiempo en ambientes interiores. Según la OMS, 8 de cada 10 personas que viven en ambientes urbanos respiran un aire con unas concentraciones de contaminación superiores a las recomendadas.
En este aire se pueden encontrar compuestos contaminantes como NOx, SOx, COVs y hasta virus y bacterias.
La calidad del ambiente interior depende de varios factores que afectan directamente a la salud y el bienestar de las personas. Desde la Unidad Verde de Frihostel te contamos ¿qué debemos hacer ahora que tenemos en cuenta que los virus están instalados en la sociedad?.
La temperatura, la humedad, la velocidad del aire o la exposición a fuentes de contaminación de varios orígenes provoca que en el interior de las edificaciones, de nuevo según la OMS, respiremos un aire en ocasiones entre cinco y diez veces más contaminado que en el exterior. El CO2, la humedad generada por las propias personas, las emisiones de los materiales de construcción, muebles, productos de limpieza, el humo del tabaco, algunas máquinas y algunos tipos de plásticos, el monóxido de carbono, la presencia de virus, bacterias, hongos, polvo y ácaros influyen en esa mala calidad del aire interior.
Con la pandemia se ha puesto encima de la mesa el debate sobre cómo mejorar la capacidad de filtración de nuestros sistemas de ventilación y aire acondicionado. Es importante saber que la OMS asegura que falta evidencia científica, pero reconoce que, en determinados ambientes interiores, el coronavirus puede permanecer en el aire. Por ello, la importancia de ser capaces de eliminarlo del ambiente para evitar transmisiones puede ser clave. Así, diversos expertos apuntan a la fotocatálisis como uno de los sistemas a tener en cuenta para el futuro.
¿Cómo funciona la fotocatálisis?
La fotocatálisis es la aceleración de una fotorreacción en presencia de un catalizador, en la que ocurren procesos de oxidación y reducción. Además de la luz que desencadene la reacción, es necesaria la superficie de un catalizador o sustrato, que consiste en un material semiconductor que acelera la velocidad de reacción. El material más utilizado para este tipo de fotorreacciones catalíticas es el dióxido de titanio o TiO2. La fotocatálisis puede servir, por lo tanto, para eliminar compuestos contaminantes y nocivos.
¿Cómo podemos aplicar la fotocatálisis en nuestros ambientes interiores?
Este sistema cuenta con una aplicación real para casos de purificación de ambientes interiores. La mayoría de los sistemas presentes en el mercado funcionan de una forma similar, utilizando medios de materiales catalíticos en los que debe ocurrir la reacción fotocatalítica. Tal y como se ha mencionado, este material suele ser comúnmente el dióxido de titanio (TiO2), para favorecer la fotorreacción.
Los módulos purificadores, al ser traspasados por un flujo de aire, generan una reacción fotoquímica añadiendo un átomo de oxígeno a la humedad del aire para dar como producto el peróxido de hidrógeno (también conocido como H2O2 o agua oxigenada). Este compuesto tiene una alta capacidad desinfectante que, al reaccionar con los microorganismos o contaminantes, consigue descomponerlos para dar H2O y CO2.
Aplicaciones de la fotocatálisis
Este tipo de sistemas tienen un 99% de efectividad frente a la carga microbiana. Además, eliminan olores y mohos y disminuyen la concentración de los contaminantes. Sus ámbitos de aplicación son muy amplios y eficaces en todo tipo de sectores:
Alimentario: para eliminar moho y bacterias y conseguir una mejor conservación.
Industrial: para la desinfección de canales y ambientes, reduciendo la contaminación de agentes contaminantes químicos o biológicos. Mejora también los ambientes de trabajo.
Médico u hospitalario: reducción de la proliferación de microorganismos.
Residencial: eliminación de bacterias, alérgenos y olores.
Oficina: eliminación de microorganismos, alérgenos y olores. Mejora de la productividad.
Restaurantes y hoteles: mejora de la estancia al eliminar olores y microorganismos.
Transporte: eliminación de microorganismos, menor exposición a la contaminación y un ambiente más saludable.
Ventajas de la aplicación de los sistemas fotocatalíticos
Desde el ámbito de la salud encontramos distintas ventajas, como la eliminación continua de agentes que pueden perjudicar nuestras vías respiratorias o incluso enfermarnos. Esta desinfección continua afecta también a los olores, eliminándolos, así como a la concentración de partículas pequeñas. El tratamiento puede utilizarse también para la desinfección de superficies y la reducción de la cantidad de polvo.
Por otro lado, desde el punto de vista energético, este sistema hace que nuestros conductos necesiten un menor mantenimiento. Al mismo tiempo, facilita el cumplimiento con el RITE en lo que a calidad del aire se refiere (ODA 1, ODA 2 y ODA 3), contribuyendo a que en hospitales, laboratorios, oficinas, museos o locales de ocio en grandes superficies se respire un aire limpio. Además, en edificios donde se den las ODAs 2 y 3 es posible sustituir los filtros tradicionales de gases por sistemas de oxidación fotocatalítica.